Si fuera posible borrar un partido de la historia reciente del Norte, es muy posible que fuera el que enfrentó al equipo celeste con el C.D. Sitio Aranjuez el pasado fin de semana. Aunque nada hacía presagiar la tragedia al término de los primeros 45 minutos, a los se llegó con 0-0 y un dominio repartido con oportunidades para ambos equipos.
De ahí al final del partido, los minutos y los goles pasaron por encima de la voluntad norteña como una apisonadora sin piedad. El primer tanto visitante supuso abrir una herida que se fue llenando de sal a medida que fueron llegando los demás goles. Hasta un total de ocho.
Los chicos languidecían con cada mazazo de un siempre voluntarioso y ordenado Sitio, que acometía el área local con buen fútbol y combinaciones muy acertadas. Los segundos se convirtieron en minutos y los minutos en horas, hasta convertir 45 minutos en una eternidad ante la que el Norte parecía no poder hacer nada.
Tras arañar un par de veces el área rival con los últimos estertores, el equipo oyó el más que nunca ansiado pitido que daba por finalizado el partido y señalaba el comienzo de una semana de reflexión y autocrítica. Por delante, siete días para deshacernos de la carga psicológica antes de visitar San Martín de la Vega, en una cita en la que El Norte, está obligado a regresar.
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