El Norte tenía en mente desquitarse de su mal partido ante el Parque verde contra un rival muy incómodo, el Rayo la Cierva. El partido no comenzó bien para el equipo celeste, que se vio superado por el gran arranque local. El Rayo se encontró con un gol en los primeros compases después de que un defensa norteño introdujera el balón en su propia portería al intentar despejar un corner.

Este tanto dio alas al equipo local, que apretó durante los primeros veinte minutos poniendo al Norte en serios apuros, hasta que consiguió hacerse con la pelota. Poco a poco el Norte ganó metros y posesión, y comenzó a acercarse tímidamente al área rival hasta que Chechu se sacó de la chistera un disparo desde fuera del área que el portero no acertó a atajar. El empate era lo justo visto lo visto hasta el descanso, pero quedaba por unirse un protagonista inesperado al encuentro, el árbitro.

La segunda parte comenzó con una falta que aparentemente no le iba a traer más consecuencias a su infractor, Chechu, pero el trencilla le mostró la segunda amarilla y El Norte estaba condenado a jugar 45 minutos con uno menos, tarea que se hizo más ardua cuando a los 20 minutos de segunda mitad cayeron dos goles del Rayo en 5 minutos. El equipo estaba grogui.

Pero antes de hincar la rodilla, el Norte se revolvió como el buen púgil, el que nunca se rinde. Juan y Page le dieron un nuevo aire al equipo, que llegó a recortar por medio de un penalti provocado por Javi que transformó Maroto.

Pero cuando más confianza tenían los norteños en la hazaña, llegó otro cameo arbitral, concediendo un penalti al Rayo la Cierva. El sonido del silbato abatió los corazones y las mentes, pero Javi García paró el lanzamiento que fue a su izquierda insuflando una última bocanada de oxígeno a la causa, que terminó por no concretarse.

Partido chapeau para El Norte, que recuperó sensaciones de cara al partido contra el Sitio Aranjuez del próximo domingo, en el que esperaremos encontrarnos de nuevo con la victoria.